
5 señales de que necesitas cambiar de carrera profesional
Gracias a la introducción del internet y los medios digitales, muchos de nosotros crecimos viendo como cada año surgía un avance tecnológico que desplazaba al anterior. Esta hazaña de poder conectar con todo el mundo, así como de tener acceso a fuentes inagotables de información en cuestión de un click, permitió que descubriéramos los nuevos mercados de actuación y sus infinitas posibilidades. Es decir, nos dimos cuenta que en la actualidad es posible dedicarnos a cosas que antes resultaban inimaginables.
La mayoría de nosotros seguramente hemos sentido en algún momento que no tomamos la decisión correcta con respecto a nuestra profesión, y que seríamos más felices trabajando en otra cosa. Puede ser que estés a la mitad de tus 30s (o 40s o 50s) y constantemente te preguntes cosas como: ¿qué me gusta hacer? ¿Lo que hago realmente me hace feliz? ¿Mis actividades diarias me generan ansiedad y tristeza, en lugar de satisfacerme y alegrarme?
Dar un giro a nuestra vida profesional en el contexto actual no es tan trágico como solía serlo, ya que la solución a muchos de nuestros problemas la podemos encontrar en línea. Si crees que este podría ser tu caso, te invitamos a leer estas cinco señales de que quizá debes cambiar de carrera.

#1 - Te cuesta llevar a cabo las tareas que desempeñas en tu cargo
Si sientes que tu trabajo no es una experiencia enriquecedora o te cuesta demasiado cumplir con las actividades del día a día, lo más probable es que necesites buscar algo más; un rumbo distinto, que te ofrezca nuevas metas y te permita mantenerte motivado.
#2 - No deseas saber nada de tu trabajo (o área de estudios) fuera del contexto laboral
Cuando algo realmente te apasiona, las oportunidades para aprender más nunca son suficientes. Piensa en cuando eras niño pasabas horas y horas jugando lo mismo sin aburrirte. Algo similar sucede con tu profesión.
Si bien el tiempo de ocio y descanso es necesario para nuestro desarrollo social y profesional, cuando tu trabajo no te gusta o te mantiene insatisfecho, lo último que quieres es saber de él fuera del horario laboral. Si sueles ser de las personas que cuentan los minutos para salir y olvidarse de todo, al menos hasta el día siguiente, y vives esperando el fin de semana para desconectarte por completo, lo más probable es que estés en la profesión equivocada.
#3 - Los resultados no te favorecen
Cuando una persona hace lo que le gusta es como un pez en el agua: investiga, aprende, propone, realiza las cosas con tiempo, participa, etc. Esto muchas veces se ve reflejado en buenos resultados en el ambiente laboral. Desde reconocimiento o mayores responsabilidades para la persona, hasta un incremento en las métricas de la empresa.
No obstante, cuando eres una persona insatisfecha con su profesión, que las cosas salgan mal suele ser una constante. No sólo porque cada tarea se siente como una agonía, sino porque tendemos a proyectar ese tipo de emociones en nuestro puesto, lo que provoca que difícilmente tengamos éxito. En este caso, evaluar la posibilidad de dedicarte a algo que te guste no sólo es una buena opción sino una responsabilidad, porque será lo mejor para que tanto tú como la empresa dejen de desgastarse.

#4 - Te sientes cansado todo el tiempo
A veces pasa que sin haber hecho mucho, al finalizar la jornada terminamos muy agotados y sin ganas de hacer más (en especial regresar al trabajo al día siguiente). Este sentimiento suele agudizarse si al final del día sientes que no lograste mucho, que desperdiciaste tu tiempo o que podrías estar haciendo algo de mayor valor. En este sentido, no resulta raro que te sientas desmotivado todo el tiempo, pues al final lo que haces todos los días no te retribuye emocional ni profesionalmente.
Si este es tu caso, quizá necesites hacer ajustes en tu vida profesional. Recuerda que todos merecemos sentirnos plenos en nuestro trabajo, con nuestra carrera, y que ésta sea algo que nos motive a levantarnos todos los días.
#5 - Utilizas tu tiempo libre para aprender cosas que no tienen nada que ver con tu área profesional
Lo ideal es que podamos asociar lo que nos apasiona con nuestro trabajo, no sólo porque eso ayudará a que seamos más productivos, sino porque el trabajo conforma gran parte de nuestra identidad. Entonces, si lo último que harías en tu tiempo libre es aprender más sobre tu área de conocimiento, puede ser que no te interese mucho.
Todos deberíamos ser capaces de dedicarnos a algo que realmente nos llene y se nos dé bien. Que es importante que tengamos pasatiempos fuera del trabajo es un hecho, pero estas dos cosas no necesariamente tienen que estar peleadas. Puedes dedicarte a lo que te gusta y, al mismo tiempo, ocupar tus ratos libres con actividades que no sueles hacer en tu trabajo. Lo importante es que te sientas feliz y que tu profesión no sea una fuente de insatisfacción.

Si te has identificado con al menos tres de estos puntos, lo más probable es que sea momento de re-evaluar tu carrera profesional.
Aunque si ya has tomado la decisión y crees que es momento de hacerlo, sólo recuerda que esto no ocurrirá de un día para otro. Si bien no existe una única fórmula para cambiar de carrera, sí podemos decir que previo a tomar acción lo más recomendable es evaluar si las causas por las que queremos hacerlo son las correctas, y prepararse emocional y económicamente para hacer el cambio.
Aquí te dejamos algunos tips que podrían facilitarte el proceso:
- Determina qué es lo que no quieres hacer: a veces es más fácil empezar por definir lo que no te gusta o dejó de tener sentido en tu vida.
- Haz una lista de las habilidades que dominas y tareas que realizas con facilidad: ¿qué temas y/o funciones se te dan más fácilmente y te gusta compartir? Al hacer este ejercicio te será más sencillo encontrar una nueva profesión que te dé satisfacción.
- Busca ayuda profesional: lo ideal es que pidas la ayuda de algún coach vocacional, psicólogo o analista de recursos humanos, porque son personas preparadas que te ayudarán a identificar tus aptitudes para utilizarlas con miras a un objetivo.
- No te compares con otras personas: cada quien es responsable de su proceso y de recorrerlo a su ritmo, independientemente de la edad, trayectoria, aptitudes o área profesional.
- Prepárate en el aspecto financiero: la formación en una nueva área y la re-colocación profesional exigen tiempo y recursos económicos. Por ello, lo mejor para no llevarse una sorpresa al momento de hacer la transición es estar preparado económicamente.
Ante todo, lo más importante es identificar qué de tu actual carrera no te hace feliz y estar dispuesto a hacer algo para que eso cambie. También ten en cuenta que ningún paso que damos es definitivo. Siempre podrás volver al punto de partida y rectificar las veces que sea necesario. Sin embargo, lo mejor es estar preparado y tener algo de precaución al momento de hacer cambios.
Finalmente, recuerda que hacer un cambio de carrera no es sinónimo de fracaso, independientemente de la edad que tengas o la etapa de vida por la que estés pasando. Incluso si no llegaras a obtener los resultados deseados, tendrás la ventaja de haber expandido tus horizontes profesionales, haber adquirido nuevos conocimientos y habilidades, y la certeza de que en adelante serás un trabajador sumamente preparado.